El neoliberalismo es la ideología política y económica con la cual las grandes empresas transnacionales enfrentaron la crisis mundial de capitalismo que se vivió en los años setenta.
En 1947 se reunieron en la ciudad Suiza de Mont-Pelerin empresarios, banqueros, y teóricos del capitalismo que dieron forma a una expresión teórica del capitalismo en su versión más extrema. Se estableció allí una institución, una suerte de internacional empresarial, que difundiera mundialmente esta doctrina. Entre los concurrentes se encontraban Milton Friedman, Karl Popper, Ludwig Von Misses y Salvador de Madariaga.
En lo coyuntural estos plantearon una fuerte crítica a los planes sociales con que la socialdemocracia venía dando inicio a la reconstrucción de Europa y articulando lo que luego sería el Estado de bienestar.
Esta expresión extremista del capitalismo sostuvo, y sostiene, al igual que lo hizo Adam Smith en el siglo XIX que el mercado se regula automáticamente a través de una suerte de mano invisible. Se trataría entonces de que el mercado se desarrolle libremente sin trabas de ninguna especie; por tales se entienden las medidas estatales que fijan precios, sueldos mínimos, condiciones de trabajo, jornadas laborales y la acción de los grupos sociales de presión tales como sindicatos, centros estudiantiles y asociaciones gremiales.
Las lecciones de los últimos treinta años son evidentes. Para que los sindicatos sobrevivan y aseguren victorias deben de formar coaliciones con la gran masa de trabajadores pobres organizados en los barrios y en sus organizaciones comunitarias, los cuales representan el 80 por ciento de la clase obrera en la ciudades y no están organizados en los sindicatos.
Ya no existirían derechos sociales como la salud, la educación, la vivienda. El Estado debe garantizar sólo la libertad de elegir, que estas necesidades no quede supeditada a quienes tengan dinero. Todo es mercancía a disposición de quienes tengan dinero.
La base de todas las libertades sería la libertad económica que estaría por sobre la libertad política, por eso es que en muchas ocasiones, en especial en Paraguay, el neoliberalismo se ha instalado a partir de crueles dictaduras.
Para los neoliberales, el Estado no debe tener empresas de ninguna naturaleza, todo debe estar en manos privadas. El neoliberalismo sostiene que todos los países deben levantar sus barreras aduaneras y dejar su fronteras abiertas para la libre circulación de capitales y mercaderías.
EE.UU., que es el principal promotor del neoliberalismo, paradójicamente protege su industria del acero y su agricultura y pone trabas al ingreso de productos chinos, de la India y otros países. Además de atajar la emigración. En una palabra, la globalización no incluye a las personas.
Durante muchos años el capitalismo despreció esta corriente extremista conocida por algunos como la del "capitalismo salvaje" pero una crisis desplazó a la corriente keynesiana y puso a esta ideología en su momento estelar.
Justo al momento de que los movimientos del capital cruzan las fronteras, los sindicatos dirigentes en la lucha de los obreros deben de pensar y actuar globalmente, con espíritu internacionalista.
América Latina se arruinó con esta ideología. países ricos como Argentina fueron devastados por los capitales transnacionales. De igual manera todos los procesos privatizadores de empresas estatales fueron fuente de gigantescos entramados de corrupción.
Durante la dictadura militar de Argentina, Paraguay y Chile, los representantes civiles de éstas dictaduras, muchos de ellos hoy militantes de grupos independientes, compraron a vil precio empresas estatales con dinero prestado por el Estado. Y así, de la noche a la mañana, pasaron a ser multimillonarios que, de defender regímenes dictatoriales pasaron a ser los salvadores del mundo trabajador.
Hasta el día de hoy también en Paraguay se viven situaciones tan abusivas como que ciertas empresas gozan de la preferencia de "los amigos" para la construcción de obras sanitarias, concesionarias viales entre muchas más y tengan una rentabilidad mínima asegurada por el Estado.
(http://www.infoluque.com.py/comentarios/39.htm)
En 1947 se reunieron en la ciudad Suiza de Mont-Pelerin empresarios, banqueros, y teóricos del capitalismo que dieron forma a una expresión teórica del capitalismo en su versión más extrema. Se estableció allí una institución, una suerte de internacional empresarial, que difundiera mundialmente esta doctrina. Entre los concurrentes se encontraban Milton Friedman, Karl Popper, Ludwig Von Misses y Salvador de Madariaga.
En lo coyuntural estos plantearon una fuerte crítica a los planes sociales con que la socialdemocracia venía dando inicio a la reconstrucción de Europa y articulando lo que luego sería el Estado de bienestar.
Esta expresión extremista del capitalismo sostuvo, y sostiene, al igual que lo hizo Adam Smith en el siglo XIX que el mercado se regula automáticamente a través de una suerte de mano invisible. Se trataría entonces de que el mercado se desarrolle libremente sin trabas de ninguna especie; por tales se entienden las medidas estatales que fijan precios, sueldos mínimos, condiciones de trabajo, jornadas laborales y la acción de los grupos sociales de presión tales como sindicatos, centros estudiantiles y asociaciones gremiales.
Las lecciones de los últimos treinta años son evidentes. Para que los sindicatos sobrevivan y aseguren victorias deben de formar coaliciones con la gran masa de trabajadores pobres organizados en los barrios y en sus organizaciones comunitarias, los cuales representan el 80 por ciento de la clase obrera en la ciudades y no están organizados en los sindicatos.
Ya no existirían derechos sociales como la salud, la educación, la vivienda. El Estado debe garantizar sólo la libertad de elegir, que estas necesidades no quede supeditada a quienes tengan dinero. Todo es mercancía a disposición de quienes tengan dinero.
La base de todas las libertades sería la libertad económica que estaría por sobre la libertad política, por eso es que en muchas ocasiones, en especial en Paraguay, el neoliberalismo se ha instalado a partir de crueles dictaduras.
Para los neoliberales, el Estado no debe tener empresas de ninguna naturaleza, todo debe estar en manos privadas. El neoliberalismo sostiene que todos los países deben levantar sus barreras aduaneras y dejar su fronteras abiertas para la libre circulación de capitales y mercaderías.
EE.UU., que es el principal promotor del neoliberalismo, paradójicamente protege su industria del acero y su agricultura y pone trabas al ingreso de productos chinos, de la India y otros países. Además de atajar la emigración. En una palabra, la globalización no incluye a las personas.
Durante muchos años el capitalismo despreció esta corriente extremista conocida por algunos como la del "capitalismo salvaje" pero una crisis desplazó a la corriente keynesiana y puso a esta ideología en su momento estelar.
Justo al momento de que los movimientos del capital cruzan las fronteras, los sindicatos dirigentes en la lucha de los obreros deben de pensar y actuar globalmente, con espíritu internacionalista.
América Latina se arruinó con esta ideología. países ricos como Argentina fueron devastados por los capitales transnacionales. De igual manera todos los procesos privatizadores de empresas estatales fueron fuente de gigantescos entramados de corrupción.
Durante la dictadura militar de Argentina, Paraguay y Chile, los representantes civiles de éstas dictaduras, muchos de ellos hoy militantes de grupos independientes, compraron a vil precio empresas estatales con dinero prestado por el Estado. Y así, de la noche a la mañana, pasaron a ser multimillonarios que, de defender regímenes dictatoriales pasaron a ser los salvadores del mundo trabajador.
Hasta el día de hoy también en Paraguay se viven situaciones tan abusivas como que ciertas empresas gozan de la preferencia de "los amigos" para la construcción de obras sanitarias, concesionarias viales entre muchas más y tengan una rentabilidad mínima asegurada por el Estado.
(http://www.infoluque.com.py/comentarios/39.htm)
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